A la hora de elegir el cepillo dental adecuado deberían tenerse en cuenta los puntos siguientes:

• El cabezal del cepillo no debe ser excesivamente grande, para que también pueda acceder a las superficies posteriores (distales) de las últimas muelas. El cepillo dental debe poder moverse bien en la boca. El cabezal del cepillo debería tener una longitud de entre 2 y 2,5 cm y no superar un ancho de entre tres y cuatro hileras de cerdas. La zona de las cerdas debería ser plana. Los cepillos de dureza media son adecuados para todos los pacientes que no tengan unas encías que sangren fácilmente.
• El mango debería ser estable y suficientemente largo para que pueda cogerse de manera segura y cómoda. Los ángulos pueden ser convenientes.
• Por cuestiones de higiene las cerdas deberían ser acrílicas. Las puntas de las diferentes cerdas deben ser redondeadas y pulidas, con ello se excluyen eventuales lesiones de los tejidos duro y blando. Las cerdas naturales tienen las puntas agudas y debido al canal medular en el centro son cuestionables desde el punto de vista higiénico (acumulación de bacterias).

Los cepillos dentales rotatorios suponen un enriquecimiento en el campo de la higiene bucal. Van equipados con un cabezal rotatorio, que al ser utilizados se mueven como si fueran un cepillo de pulido.

A la hora de elegir el cepillo dental adecuado deberían tenerse en cuenta los puntos siguientes:

• El cabezal del cepillo no debe ser excesivamente grande, para que también pueda acceder a las superficies posteriores (distales) de las últimas muelas. El cepillo dental debe poder moverse bien en la boca. El cabezal del cepillo debería tener una longitud de entre 2 y 2,5 cm y no superar un ancho de entre tres y cuatro hileras de cerdas. La zona de las cerdas debería ser plana. Los cepillos de dureza media son adecuados para todos los pacientes que no tengan unas encías que sangren fácilmente.
• El mango debería ser estable y suficientemente largo para que pueda cogerse de manera segura y cómoda. Los ángulos pueden ser convenientes.
• Por cuestiones de higiene las cerdas deberían ser acrílicas. Las puntas de las diferentes cerdas deben ser redondeadas y pulidas, con ello se excluyen eventuales lesiones de los tejidos duro y blando. Las cerdas naturales tienen las puntas agudas y debido al canal medular en el centro son cuestionables desde el punto de vista higiénico (acumulación de bacterias).

Los cepillos dentales rotatorios suponen un enriquecimiento en el campo de la higiene bucal. Van equipados con un cabezal rotatorio, que al ser utilizados se mueven como si fueran un cepillo de pulido.

A la hora de elegir el cepillo dental adecuado deberían tenerse en cuenta los puntos siguientes:

• El cabezal del cepillo no debe ser excesivamente grande, para que también pueda acceder a las superficies posteriores (distales) de las últimas muelas. El cepillo dental debe poder moverse bien en la boca. El cabezal del cepillo debería tener una longitud de entre 2 y 2,5 cm y no superar un ancho de entre tres y cuatro hileras de cerdas. La zona de las cerdas debería ser plana. Los cepillos de dureza media son adecuados para todos los pacientes que no tengan unas encías que sangren fácilmente.
• El mango debería ser estable y suficientemente largo para que pueda cogerse de manera segura y cómoda. Los ángulos pueden ser convenientes.
• Por cuestiones de higiene las cerdas deberían ser acrílicas. Las puntas de las diferentes cerdas deben ser redondeadas y pulidas, con ello se excluyen eventuales lesiones de los tejidos duro y blando. Las cerdas naturales tienen las puntas agudas y debido al canal medular en el centro son cuestionables desde el punto de vista higiénico (acumulación de bacterias).

Los cepillos dentales rotatorios suponen un enriquecimiento en el campo de la higiene bucal. Van equipados con un cabezal rotatorio, que al ser utilizados se mueven como si fueran un cepillo de pulido.