En la fase 1 debe detenerse la inflamación. El asesoramiento del paciente es el primer paso. A continuación viene la eliminación de la placa, del concremento y del sarro.

En la fase 2 se procede a una completa erradicación de las causas. Ello incluye: eliminación esmerada del concremento en las raíces dentales, incluso levantando las encías (para un mejor acceso); eliminación de las granulaciones (tejido inflamatorio con gran cantidad de vasos sanguíneos) en las bolsas de la parte blanda y en las bolsas óseas; terapia de acompañamiento con antibióticos en casos de evolución agresiva de la enfermedad; cirugía mucogingival.

En la fase 3 la prioridad es asegurar los resultados obtenidos. Esta terapia conservativa va unida al asesoramiento constante del paciente con medidas de apoyo, como p. ej. el alisado de bordes de empastes sobresalientes.