Muchas inflamaciones en la cavidad bucal tienen orígenes comunes. Aquí se incluyen problemas en la cicatrización de heridas con infecciones óseas y de las partes blandas como consecuencia de

• intervenciones operativas y lesiones
• extracciones dentales
• conductos radiculares infectados
• bolsas parodontales
• dentitio difficilis (dentición dificultada)

Por regla general la tendencia a la autocuración de los tejidos orales es excelente. Las causas para una cicatrización retardada son mayoritariamente la irrupción de bacterias o la acumulación de secreciones en la herida. Las enfermedades básicas sistémicas del organismo también pueden afectar negativamente o dificultar la cicatrización (p. ej. diabetes, enfermedades hemáticas). También en condiciones con una presencia mínima de gérmenes es posible que tras extracciones dentales quirúrgicas, resecciones de la punta de la raíz u operaciones de quistes aparezcan hinchazones o problemas de cicatrización. Una hinchazón postoperativa al día siguiente puede ser la consecuencia de una irritación del tejido. Dichas hinchazones reaccionan bien al frío. Si al día siguiente surgiera un empeoramiento, se empezaría combatiendo la afección bacteriana con drenajes. La terapia antibacteriana puede ser local mediante enjuagues o sistémica con antibióticos. Una mejora en la evacuación de secreciones se logra con una apertura parcial de las suturas y la eventual aplicación de tiras de gasa.