La inflamación es una reacción defensiva del organismo, de sus tejidos y de los vasos sanguíneos a estímulos tóxicos.

Los cinco síntomas cardinales locales clásicos son:

1. Rubor (enrojecimiento: provocado por hiperemia, es decir aumento del riego sanguíneo)
2. Calor (calentamiento: provocado por un aumento de la actividad metabólica y por hiperemia)
3. Tumor (edema y/o hinchazón del tejido provocado por excreción de suero hemático)
4. Dolor (dolor provocado por la tensión del tejido, presión sobre terminales nerviosos y productos inflamatorios)
5. Functio laesa (disfunción: provocada por el dolor o por la hinchazón)

Desencadenantes de una inflamación pueden ser:

• Factores mecánicos (presión, lesión, cuerpos extraños)
• Estímulos físicos (radiación, calor, frío)
• Sustancias químicas (lejías, ácidos)
• Microorganismos (bacterias, virus, hongos)
• Toxinas bacterianas
• Tejido muerto (necrosis)

El enrojecimiento (rubor) es debido a un aumento del riego sanguíneo. Como consecuencia de ello en dicho punto aumenta la temperatura corporal (calor), aumentando el suministro de nutrientes, oxígeno y antígenos (p. ej. anticuerpos y células inmunitarias). De este modo pueden combatirse directamente in situ los factores desencadenantes de la inflamación. La hinchazón (tumor) se origina por una acumulación de líquido en el tejido (edema), formado principalmente por plasma sanguíneo. Como consecuencia de la presión de dicho edema sobre las terminales nerviosas y de la actuación de los transmisores bioquímicos del dolor se provoca dolor. Debido a las alteraciones celulares y circulatorias locales, los tejidos afectados no pueden cumplir sus tareas o hacerlo de forma insuficiente (functio laesa).

La inflamación va unida a ampliaciones de los vasos y a la liberación de granulocitos neutrófilos y monocitos a través de las paredes permeables de los vasos. Linfocitos especiales forman anticuerpos específicos contra el estímulo inflamatorio. Cuando la reacción local al estímulo desencadenante es insuficiente, aparecen reacciones del conjunto del organismo, que principalmente se manifiestan en el aumento de la temperatura corporal (fiebre), aumento del pulso, rendimiento corporal reducido y un aumento de los glóbulos blancos.